Hace unos cuatro años escribí un relato llamado “Diario de
la tristeza”, en el mismo cuento la historia de una mujer que después de
hacerse unos estudios médicos se entera de que tiene un cáncer y que le quedan
pocos meses de vida, entonces decide abrir una página web (un blog) para contar
en forma de diario público todas sus sensaciones hasta sus últimos días.
La historia que escribí está incluida en “20.000 Palabras”, inspirada en un
caso real que conocí en los tiempos que frecuentaba asiduamente el mundo blog.
En el diario Clarín de ayer sábado 4 de abril salió una nota con un
caso similar de una mujer, arquitecta y madre de un hijo de 3 años, que decide
contar su lucha contra el cáncer a través de Twitter, hace pocos días tuiteó
que se está acercando el final de su conmovedora lucha.
En la historia que yo escribí, el final llegó un día como cualquiera, la mujer llamada Clara escribió su última entrada y ya no volvió a actualizar más la página, dejando esos escritos a manera de testimonio y recuerdo de una vida y su pesar. Aquí les dejo un pasaje de “20.000 Palabras”:
En la historia que yo escribí, el final llegó un día como cualquiera, la mujer llamada Clara escribió su última entrada y ya no volvió a actualizar más la página, dejando esos escritos a manera de testimonio y recuerdo de una vida y su pesar. Aquí les dejo un pasaje de “20.000 Palabras”:
“Su blog aún existe y visitarlo es como contemplar una
lágrima suspendida en el tiempo, como sentarse a mirar en soledad una fría
noche estrellada, donde pequeños puntos brillan en una oscuridad insondable.
Aquel espacio virtual transmite dolor real, palabras y sensaciones vivas que
perduran más allá de su autor.”
Hola Guille!!!
ResponderEliminarHay veces en las que este mundo bloguero nos toca el alma, nos llega al fondo del corazón y la fibra que intentamos mantener intacta acaba por agrietarse de algún modo. Esos blogs son los testimonios de una lucha, de un día a día contra ese mal que ya no es invisible porque se detecta pero sí lo es porque avanza día tras día sin tregua.
Besos