miércoles, 22 de marzo de 2017

Crónica de una noche de fantasía

Pasó la presentación de “Un toque de fantasía” y quiero dejar escritas algunas sensaciones, ahora que todo empieza a ser un bello recuerdo.
Como siempre, lo primero que se me ocurre es agradecer, así como lo hice apenas tomé el micrófono para comenzar a hablar del libro. Agradecer a todos los que de una u otra manera me acompañan en esta aventura literaria. Pero voy a continuar con los agradecimientos al final de estas palabras.
Entre todo el frenesí de preparar la presentación, estuve mudándome de casa, por lo que todo contribuyó a tener unos días muy complicados. Sin irme más allá en los detalles, sólo quiero decir que fui al evento sin dormir la noche anterior, por encontrarme sin luz en la casa nueva donde nos trasladamos con mi familia. Y también que cuando faltaban pocos minutos para empezar la fiesta, antes de salir de casa, me di la frente contra un fierro en forma accidental lo que provocó un corte y un sangrado imposible de tratar. La intervención divina y el maquillaje hicieron parecer que no tenía nada durante el resto de la noche.
Bien, ahora vamos a lo que fue la presentación en sí.  Llegamos con mi familia media hora antes de la hora pactada para terminar de ajustar algunos detalles, la comida y la bebida ya la había llevado en horas anteriores de la tarde. Aprovechamos a hacer algunas fotos con el salón vacío y a probar el sonido y las luces; todo se veía de gala, el salón del Centro Cultural Federal de Pilar es espacioso e ideal para estas cosas.
La música de fondo estuvo marcada por baladas de bandas de hard rock y algo más tranquilo a medida que iba llegando la hora. Admito que cuando se iba haciendo el horario de inicio y nadie llegaba me empecé a preocupar y los fantasmas me asaltaban, pero fue sólo por un momento, ya que inmediatamente llegaron los invitados. Vinieron amigos de Rosario, Tandil, zona oeste, Capital y alrededores de Pilar. Hubo más de cien personas, que para este tipo de eventos es mucho.

Ayelén Bravo, coordinadora del CCF, hizo la presentación hablando de mi biografía y algunos detalles sobre mi incipiente carrera como escritor. Fueron unos pocos minutos y después me cedió el turno para que hiciera el resto.
Como dije, lo primero fue agradecer a los presentes y comparé el evento con el sentimiento de una chica de 15 años que en su noche de fiesta desea tener a todos los seres queridos a su lado, así como a sus amigos. Después continué con la dedicatoria del libro, a la memoria de mi padre en estos cuarenta años de ausencia.  Describí la importancia que tienen los primeros años de niño en la vida de un escritor; uno siempre vuelve una y otra vez a aquellos momentos y en mi caso, la pérdida trágica de mi padre marcó una profunda huella, sin heridas ya, pero con cicatrices. Por lo que me dijeron después, muchos del público estaban llorando, algo que yo no alcanzaba a notar.

Conté sobre el premio ganado hace un tiempo y que fue puntapié para empezar a publicar mis escritos. Describí en general mi nuevo libro y algunos de sus cuentos. Rendí honor a mi esposa y a mis hijos como las columnas de todo lo que hago, ¡también tuve tiempo para agradecer a mi suegra! Lo que generó risas y aplausos en los presentes. 
Una nota particular fue cuando hablé de “Llamas en el green” y mi homenaje a mi compañero de secundaria Mauricio Donkin. Nadie conocía los pormenores que habían acontecido en esa historia real, mucho menos me imaginé que alguien podía conocer a Mauricio cuando lo pregunté al público, pero mi sorpresa fue grande cuando una mujer llamada Beatriz Dolera levantó su voz y dijo que había sido la maestra de él en la primaria, pero que desconocía la historia que yo había contado.

En medio de la reunión, manifesté lo más importante para mí, que es mi fe en Jesucristo y conté que cada día se lo dedico a él. Después llegó el momento de leer algo del libro y me incliné por “Hotel Boulevard Atlántico”, más que nada por la extensión breve del mismo. Lo hice en forma relajada y durante todo el relato, hubo un silencio y una atención total. Al finalizar, el aplauso fue fervoroso. Después, varios me contaron que se me emocionaron enormemente con la historia.
Hablé de otros temas más que no había preparado y no dije muchas que quería decir, pero así salieron las cosas. Cerré la presentación invitándolos a tomar una copa, comer las delicias que habíamos preparado y a sacarnos unas fotos. También hice la invitación para que escucharan a los chicos de “Sólo por hoy” que a continuación nos deleitaron con su música estupendamente ejecutada.  Ayelén me entregó un diploma municipal por la presentación antes de que saliera del escenario.
Firmé un montón de libros, hubo fotos con amigos, familiares y otros conocidos, me prepusieron escribir la letra para un tango y también otros proyectos.  La noche se terminaba con la nostalgia de que sin dudas quedaría en el corazón de todos los asistentes. Todo superó las expectativas previas.
Y digo gracias, a los que me acompañaron: familia, amigos, conocidos, a los que no conocía y tuve el gusto esa noche, a los del CCF y a cada uno que puso un granito para que todo esto sea realidad.


En síntesis, fue una noche llena de fantasía, una fantasía que recién comienza.

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